martes, 21 de diciembre de 2010

Capitulo 3

Stephano no podía parar de pensar en lo que sus padres le habían contado : no se lo podía creer.
Al salir de clase no había tenido las fuerzas necesarias para contárselo a Paz. Además, no le apetecía mucho que otras personas supieran lo que le había pasado. Aunque Paz era su mejor amiga... Le daba muchísima rabia, porque sabía que Paz era de total confianza, pero aun así, no tenía ganas de contárselo.

¿ Pero qué le había podido pasar a Stephano ? Normalmente, se lo habría contado, pero esta vez, cuando se lo había preguntado, ni la había mirado...
Paz se sentía fatal. Le apetecía llamar a su mejor amigo, pero sinceramente no creía que le iba a responder...
¡¡¡ Aaaaaaargh !!!
Paz estaba muy molesta y preocupada...
Cogió el teléfono y se quedó mirándolo : ¿ debería llamar ? Empezó a juguetear con lo botones, y marcó el número de Stephano. Pero al mismo instante que acabó de hacerlo, lo borró.
Al final decidió enviarle un mensaje.

De : paz-interior@hotmail.com
Para : stephanocoratella007@hotmail.it
Asunto : Responde por favor

Hola Stephano. ¿ Que tal todo ? Espero que bien... La verdad es que no sabía cómo abordar el tema, así que he decidido hacerlo por e-mail.  Por favor, confía en mí. Si tienes algo que contarme, puedes hacerlo con total confianza. Espero que todo vaya bien,y también espero que te recuperes.
Un abrazo,
Paz

P.D. : intenta escribirme lo antes posible, por favor...

_______________________________________________________________


Paz cerró el libro de un golpe, y se incorporó en la cama. Se sentía exhausta y le dolía un poco la cabeza. A la mañana ya se había tomado una pastilla contra el dolor de cabeza y se le había pasado despacito, pero parecía que le estaba volviendo poco a poco. No podía parar de pensar en su amigo Stephano (hacía una semana que no le hablaba, y eso que iban a la misma clase), y lo peor de todo era que no sabía qué hacer, y eso le deprimía aún más porque se sentía una inútil. De pronto, se le ocurrió una idea.
Se bajó de la cama rápidamente, y corrió hacia el cuarto del ordenador. Encendió el aparato y "clicó" furtivamente en "bandeja de correo electrónico". Bandeja de entrada. Encontró cinco mensajes nuevos. Propaganda, propaganda, propaganda, Mónica, y... ¡ bingo ! ¡ Stephano ! Abrió el mensaje en un pispás. Cargando. Paz tamborileó en la mesa con sus uñas decoradas con motitas turquesas (producto de horas y horas de aburrimiento en historia).

De : stephanocoratelle007@hotmail.it
Para : paz-interior@hotmail.com
Asunto : RE : Responde por favor

Hola. Siento haberte evitado toda la semana. La verdad es que no sabía cómo abordar el tema. Primeramente, lo siento. Lo siento muchísimo. He sido un estúpido al no haber confiado lo suficientemente en ti como para contártelo. Te lo contaría ahora mismo, pero prefiero hacerlo cara a cara. ¿ Quedamos en La Plaza a las 5 ? Hasta luego.
Stephano.

Paz miró el reloj morado que estaba colgando de la pared : eran las 16:50.
Salió corriendo de la habitación y bajó las escaleras de tres en tres. Se puso las botas y cogió su abrigo al vuelo.
- ¡ Adiós mamá !
- ¡ Paz !
Pero ya era tarde.
Se dirigió a La Plaza, y cuando llegó, estaba roja como un tomate y despeinada. Pero allí estaba él. En un banco sentado de espaldas. Se acercó sigilosamente, y le empujó el hombro con fuerza.
- ¡ Bú !
- Ostras, Paz. Qué susto me has dado. Hola, ¿ qué tal ?
- Qué tal tú, majo, que no me hablas desde el año catapúm.
- No es para tanto, chica... Que una semana se pasa muy rápido.
- Si tú lo dices... - y puso su cara de resignación. - ¡ Pero aún así, lo he pasado mal !
Y acto seguido le dio un abrazo.
- ¿ Bueno, me vas a contar lo que te pasa ?
- Sí, tranquila. Ahora mismo. Pero promete que no te vas a enfadar...
- ¿ Por qué ?
- Tú prométemelo.
- Vale. Lo prometo.
- Uf... Bueno... Ahí va. Mis padres se van a separar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario